sábado, 13 de febrero de 2010

El milagro se produce cuando el recuerdo aparece. Descubres que cuando alguien busca todos buscan pero todo es tan intermitente que los datos, como en una horrible confabulación, se atraen y te atraen hacia una nada desconocida y perturbadora. Suso de Toro emprendió el viaje que quise emprender y llegó al mismo resultado que mi no partida.
Al final, desde lo desconocido, siempre surge la necesidad de demostrar que existes y existieron, pero importa más demostrar sin más. El hombre quiere demostraciones que le acerquen al Dios en el que no cree. El hombre necesita demostrarse a si mismo que la existencia merece la pena y busca en pasados y presentes un haz luminoso por el que desalojar todas las cuestiones.
La búsqueda es el motor que le impulsa a no dejar pasar las horas delante de las ventanas y recogerse a meditar en lo imposible antes incluso de despertarse. Pero lo imposible no siempre se aparece en forma de sueño, a veces es memoria perdida o ansias de saber, respuestas a preguntas que no se han formulado porque la búsqueda misma las va generando.
Y cuando una pregunta nace no tiene claro que desee respuesta, pero si aparece se convierte en milagro y provoca la euforia del reencuentro con uno mismo.

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