martes, 11 de agosto de 2009

Hoy

Hoy estaría contigo por el solo placer de observarte. Te miraría entrar con la urgencia que da el deseo de encontrar la futura caricia. Abriría la puerta de tu alcoba para memorizar el sonido del agua bajando por tu cuerpo antes de que con sedas lo cubrieras de mis ojos. Me acercaría a ti en silencio, turbado, con los dedos indecisos dispuestos a rozarte con la ternura infantil que aun recuerdo. En tus pechos una caricia. En tus labios un beso. En el vientre mi mano sorbiendo tu calor. Tu desnudez entera ante mis ojos para ser devorada.
Recorrería todos los contornos de tu piel ávida de poseerme. Tu cuello frágil, tu pelo. La piel que se contrae al contacto de los labios. Los muslos suaves. El pubis. E invadido de locura bebería tu néctar al cálido compás de tus gemidos.
Me dejaría llevar por tus deseos, sintiendo tus manos en mi espalda acercándome a ti, queriendo no apartar mi sexo de tu sexo. Sufriendo la delicia del éxtasis y el trance. Dentro de ti. Suavemente en ti. Perdidamente en ti.
El universo entero desbocado. Tu cuerpo estremecido estremeciendo el mío. La risa apareciendo después de un acto puro. Los cuerpos confundidos en el placer más grande y un deseo brutal de repetirlo.

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