lunes, 8 de marzo de 2010

Hojas como la necesidad de un reencuentro.
El otoño de las aceras
inevitable en medio de la densidad del aire.
La hipérbole de la sonrisa
cruzando los laberintos,
la sed saciada de los ausentes,
el brazo alzado como pretexto
de la guerrilla impuesta a los difuntos,
la infamia, el desconsuelo,
una parca indiferencia con siluetas
de la que deducir
en poco tiempo
el cómo de la luna que se aleja.

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