sábado, 7 de noviembre de 2009

Era
pero sin razones para el desconcierto
sin cálculos ni medidas,
arropado por el imperativo
de describir la noche que ha pasado
en círculos con manchas en los bordes.
De regreso en el camino
palomas descansando
y entradas,
y salidas,
cuerpos aferrados a las flores,
encuentros.
Él era
como son las palabras que se dicen
en voz baja y de cerca
los días más pretéritos
asomando la luz por las ventanas,
faros necesarios del encuentro.
Él era y sonreía
después de haberse visto en retirada
y regresar cansado a recostarse
en la cintura frágil,
en la caricia leve
del mar
en pleno invierno.

1 comentario:

  1. En creo que era cálido y fresco a la vez, como la brisa del mar que despeja la mente y deja una sensación de bienestar a su paso.

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