miércoles, 27 de enero de 2010

Prefiero no saber cual es el límite.
Prefiero no sentarme a descansar.
Prefiero no perderme en las mareas.
No quiero que en el fondo de la nada
se pierda este silencio
ni vuelva a ser pasado este presente
ni tenga que perderme en el entorno
que tanto me atormenta.
Prefiero que te calles si con ello
rompemos los tabúes de la raza.
Así, por fin, tendremos tiempo
de darnos ese beso que esperamos,
antes del alba nueva y de la nube
que nos rodea ahora.

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