miércoles, 13 de enero de 2010

Si hoy tuviera un sueño, serias tú. Y no soñaría ya mas nada. Me llenaría de ti hasta desbordar. Anclaría mi barco frente a la playa y en el agua escribiría tu nombre dejándolo marchar en oleajes. Serias tú el sueño y la vigilia. La tentación, el pecado. Serias lo que pude y lo que quise. Serias la arteria principal de mi sistema. Y un sueño incandescente que mi propio laberinto se ha perdido para no despertar.

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